Los efectos adversos y el aumento de la contaminacion del aire ha aumentado la preocupacion acerca de las politicas de regulacion y ha fomentado el desarrollo de nuevas normas sobre calidad del aire; esto se debe a la complejidad de la composicion y a las reacciones poco comprendidas en el medio ambiente atmosferico (Coronas et al., 2009). Los compuestos toxicos actuan como agentes ambientales que presentan varios efectos, desde la irritacion hasta la muerte de las celulas y tejidos. Un agente toxico es definido como aquel capaz de producir una respuesta adversa en un sistema biologico. Existe una clase particular que produce algun tipo de alteracion en el material genetico o en sus componentes asociados, por lo que se les reconoce como agentes genotoxicos. Dentro de las celulas interaccionan tanto directa como indirectamente con el ADN, lo que provoca mutaciones o interfieren en algunos procesos enzimaticos de la reparacion o en la genesis o polimerizacion del material proteico involucrado en la segregacion cromosomica (Du Four, Van Larebeke, & Janssen, 2004). Un contaminante del aire puede causar o contribuir al aumento de la mortalidad o enfermedad grave e incluso representar un peligro potencial para la salud humana (Kampa & Castanas, 2008). Algunos de estos contaminantes atmosfericos, como los hidrocarburos aromaticos policiclicos (HAP), requieren activacion metabolica del huesped a traves de diferentes vias, que involucran varias enzimas (citocromo P450, epoxido hidrolasas) para producir especies electrofilicas altamente reactivas (metabolitos carcinogenicos definitivos) capaces de interactuar con macromoleculas celulares, particularmente acidos nucleicos y proteinas, y ejercer, de esta manera, sus efectos mutagenicos, tumorogenicos y carcinogenicos (Xue & Warshawsky, 2005).