Ocio y tiempo libre en obreros (as) y patronos de la industria textil en Antioquia, 1934-1974.

Se pretende responder a preguntas como: ¿que hacian industriales, obreros y obreras luego de que la estrepitosa sirena de la fabrica anunciara la hora de salida? ¿estaba el uso del “tiempo fuera de la fabrica” marcado por condiciones historico-culturales, se relacionaba con habitos, costumbres y tradiciones, o dependia de los ingresos salariales?; ¿segun las practicas de la epoca, era este un tiempo propio, no contratado, libre, o estaba controlado por parte del trinomio gobierno-empresarios-Iglesia?; ¿representaba el espacio publico un peligro para la disciplina y la moral civica?; ¿era la calle considerada como lugar de desorden? Y, tal vez la mas importante para la presente investigacion, ¿resistieron los obreros a las imposiciones de los nuevos ritmos capitalistas en cuanto a la administracion de su tiempo extralaboral?, ¿se dieron espacios para la negociacion de aquellas exigencias? El establecimiento de la jornada laboral en abril de 1934, afirma Alberto Mayor Mora, tuvo efectos diversos tanto en obreros, como para el gobierno, la Iglesia y los empresarios. En general se identificaba un eminente peligro: la posibilidad de que el trabajador tuviera carta abierta para los desfogues de los cuerpos y las mentes, en espacios propicios para los discursos ocultos y para la resistencia cultural. La Iglesia aseguraba en las publicaciones de la epoca que el aumento del tiempo libre de los obreros era algo peligroso, si no se proveia a este “de los medios apropiados al buen uso del tiempo que tiene disponible el trabajador” . La propuesta integraba entonces lugares para instruir a los trabajadores en cuerpo y mente, pues rondaba la consigna “mente sana en cuerpo sano”. El ideal de la Iglesia y los empresarios era contar con un individuo “moderno, urbano, civico, disciplinado, moral, abstemio, respetuoso del orden y de la sociedad” . Apoyados en las teorias tayloristas y fordistas, los empresarios se ocuparon de racionalizar las horas de trabajo, a fin de no perder tiempo y aumentar la productividad. Factores que se pensaba eran directamente proporcionales al comportamiento extralaboral. Escuelas de Artes y Oficios, colegios nocturnos, escuelas dominicales, bibliotecas, campos de deportes, clubes deportivos, estadios, supermercados y almacenes, parques, paseos y excursiones cortas, teatros saños, viviendas higienicas, aportaban beneficios, tanto al trabajador mismo como a las otras instituciones de poder, pues apuntaban a los niveles de productividad requeridos por los empresarios, asi como a la distraccion necesaria para evitar el contagio de “enfermedades sociopoliticas” (en especial, evitaba la fermentacion del pensamiento comunista, del alcoholismo). Los obreros, reunidos en lugares como el bar y la cantina, se verian tentados a debatir sobre la explotacion a la que se veian enfrentados. Incluso dentro de las mismas fabricas se propiciaban actividades recreativas y deportivas que estimularan la salud fisica y mental del trabajador y, por ende, incentivaran el sano esparcimiento para "ponerle dique a la racha de vicios” que soportaba la humanidad. Para el caso de Fabricato, desde finales de la decada de los treinta, y en cumplimiento de los suenos filantropicos y paternalistas de Jorge Echavarria, ya se habia establecido, ademas del Patronato y su respectiva capilla, un club para los trabajadores, en donde en los ratos de ocio los obreros podian dedicarse a estudiar, jugar billar , parques, domino y ajedrez. Asi mismo, la fiesta del primero de mayo se habia transformado en un popular reinado, pues era mejor ofrecer pan y circo a los trabajadores que correr el riesgo de pasar por revueltas comunistas. Algo parecido sucedia en el ambito nacional y municipal pues, bajo las pretensiones de contar con “trabajadores industriosos”, las leyes tendian a reducir cada vez mas los dias festivos, transformando las fiestas populares en fiestas patrias y religiosas, pues muchas de estas fueron percibidas como ruptura en la continuidad del calendario laboral, fiestas en oposicion al trabajo, ya que para la tradicion judeocristiana la fiesta es sinonimo de descanso y de ocio despues de trabajo; es tiempo de reflexion, de rezos, es un tiempo suspendido asociado a la maldicion del trabajo, lo que posibilita equiparar la fiesta al tiempo de ruptura con el tiempo profano del trabajo . Con el pasar de los años, las luchas sociales lograron triunfos como las vacaciones remuneradas, lo que llevo a pensar en nuevas posibilidades personales en el tiempo libre (como el turismo). Cambia entonces el abanico de oportunidades entre un trabajador de las primeras decadas del siglo XX a uno de los años cincuenta. ¿Que hicieron estos ante nuevos consumos referentes a la moda o a la mercantilizacion del ocio? Ademas, con las nuevas politicas sociales del ocio, se crearon cajas de compensacion familiar que planificaban los tiempos fuera de las fabricas y ofrecian diversion al aire libre, la contemplacion de la naturaleza, campos para el ejercicio fisico (canchas y piscinas), posibilidades de ahorro, prestamos para vivienda, etc.