La profesionalización de los oficios y de los ambientes de sociabilidad de la mujer y su impacto en las transformaciones socioculturales del hábitat. Medellín (Antioquia), siglo XX.

El desarrollo industrial a principios del siglo XX en Medellin, pondra en escena nuevos territorios en el cual el proceso laboral modernizador, determina la vida y el trabajo de la primera generacion de obreras, a traves de nuevas relaciones salariales y largas jornadas laborales; otros oficios femeninos en el comercio, las finanzas, la educacion, entre otros, seran tambien un factor dinamizador de la transformacion cultural del habitat. Los nuevos ritmos de las industrias y de las maquinas urbanas, dejaron atras la imagen pueblerina de Medellin, y pusieron en marcha cambios sociales y culturales, especialmente en las instituciones modernas que emergieron, que estratificaron la sociedad y reciprocamente reacomodaron los roles individual y colectivo de hombres y mujeres a nuevas profesiones y oficios; en los cuales, la mujer es la principal protagonista. Las profesiones y oficios de mujeres, produciran una restructuracion aleatoria en el habitat urbano y rural, formando un enjambre de redes sociales, politicas, empresariales, culturales, que multiplica sus opciones, inscripciones, identidades, pertenencias y conflictos. Desde el siglo XX en Medellin, se empieza a vislumbrar el desvanecimiento del dualismo espacial en el que se diferencian hombres y mujeres, por la interaccion cotidiana en las calles, en las fabricas, en los talleres, en los bares, burdeles, cafes, cines, teatros, en las escuelas y posteriormente en las universidades. En estos nuevos espacios, se fueron moldeando los perfiles de una subjetividad sociocultural, que trajo consigo una restructuracion urbanistica, industrial, arquitectonica, portadora de innovaciones tecnicas, nuevos habitos y un incremento de la poblacion. Estos cambios y transformaciones que se acentuaron con gran fuerza desde los años treinta en Medellin, pusieron en crisis el orden social y tradicional fundado en elementos religiosos, e instauran sistemas de valores, que paulatinamente van desdibujando los limites establecidos entre hombres y mujeres, ampliandose asi, los espacios de sociabilidad e interaccion. La higiene oral, el bano diario, la sustitucion de las alpargatas y de la ruana, consideradas transmisoras de enfermedades, fueron entre otras, consignas con las cuales se establecera un sistema moral y fisico no confesional, en el cual la mujer, tendra un elevado protagonismo. Con las altas tasas de participacion, surge para la mujer un nuevo campo de actividades como obrera industrial, vinculacion que se da desde el comienzo del proceso y con altas tasas de participacion. “Se extiende tambien la participacion femenina en servicios tales como la enfermeria y la docencia” (Velandia, 2005). En 1932, la Universidad Nacional da apertura a la Escuela de odontologia, y la Universidad de Antioquia acepta estudiantes femeninas en su programa de odontologia, sin el requerimiento del titulo de bachiller, que para esta epoca no se otorgaba a las mujeres. La Universidad Nacional, vinculara mujeres a partir de 1936. “[…] la formacion universitaria de enfermeras arranca en 1937 cuando se reorganiza la Escuela de Comadronas y enfermeras de la Universidad Nacional, que venia funcionando ininterrumpidamente desde 1925” (Velandia, 2005).