Escudo de la República de Colombia

¿Quién era él?


El profesor e historiador Jaime Jaramillo Uribe (Abejorral-Antioquia), 1917- Bogotá, 2015) es considerado el precursor de la Nueva Historia de Colombia y el primer historiador profesional. Su sólida formación universal y profesional comenzó desde los primeros años de juventud luego de trasladarse de la ciudad de Pereira a la capital para ingresar a la Escuela Normal Superior, creada en el año de 1936. Este proyecto liberal tendría incidencia en los años cincuenta, a través de sus profesores y egresados en las carreras de Sociología, Antropología, Ciencias Económicas e Historia.

Sus primeros años de formación profesional estuvieron guiados por la sociología en función del conocimiento y la solución de problemas americanos y colombianos. En el año de 1942 obtuvo el título en ciencias económicas y sociales, luego viajó a París, para iniciar allí sus estudios de sociología e historia en la Universidad de La Sorbona. En 1948 comenzó la carrera de derecho en la Universidad Libre; en 1952 ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Colombia. En 1954 fue profesor visitante en Alemania de historia latinoamericana en la Universidad de Hamburgo.

Jaime Jaramillo Uribe fundó el Departamento de Historia de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia en 1962, de la cual se desprendió la carrera de Historia en su calidad de decano. Entre sus mayores aportes para esta década, cabe destacar, bajo su impulso, el proyecto del Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura (1963).Le siguieron otras contribuciones que darían paso a un nuevo panorama sobre la investigación y la difusión de la historia, entre los que se destacanEl pensamiento colombiano en el siglo XIX (1964) y Entre la historia y la filosofía (1968).Para la década siguiente tuvo a su cargo trabajos como la Historia de la pedagogía como historia de la cultura (1970) y el Manual de historia de Colombia (1978-1980),este último bajo su dirección científica, es considerado como una de las obras más representativas de la Nueva Historia y un hito en la bibliografía nacional.

Su constante trabajo puso en consideración nuevos problemas, actores, metodologías y relatos sobre la historia nacional, que impulsarían una corriente de revisionismo favorecida por un marco editorial y de educación universitaria, ávido de nuevos relatos sobre el pasado nacional. Otros aportes fueron: Ensayos sobre historia social colombiana (1972), La personalidad histórica de Colombia y otros ensayos (1977)Igualmente, fue significativa su participación en proyectos editoriales, congresos y la elaboración de artículos para revistas y periódicos sobre temas históricos colombianos y latinoamericanos, que hicieron de este humanista uno de los principales referentes para la investigación y la reflexión de la historia de nuestro país.

Documentos de identidad

LLos documentos personales hacen parte de los testimonios más perdurables que los individuos conservamos y guardamos celosamente en nuestros archivos. Los asuntos a que hacen referencia son tan heterogéneos como las mismas personas y sus actividades. Podemos encontrar desde aquellos concernientes a los procesos de formación, sobre las relaciones laborales, los derechos patrimoniales, la salud o más íntimos, pertenecientes a la esfera familiar y afectiva. Sus soportes y tipos también varían y son frecuentes las fotografías, la correspondencia, los recortes de prensa, las tarjetas, las postales, los diplomas, los certificados, los carnets o documentos electrónicos como videos y fotografías en teléfonos celulares o computadoras, sólo por nombrar los más comunes.

SPero existe otro conjunto que por su importancia y presencia permanente nos otorga identidad. Vistos en perspectiva, no sólo hablan de nuestra pertenencia a una nacionalidad, a una región o a una localidad. Marcan un tránsito, un sendero a través del cual construimos lazos profesionales, personales, laborales y cotidianos. Como una segunda piel, nos acompañan la mayor parte de nuestra existencia; su trascendental importancia nos define como ciudadanos, nos otorgan derechos, obligaciones, nos autoriza el ingreso a las instituciones o territorios; o nos hace aptos para desempeñar una función. Nos referimos a los documentos de identidad.

Para el caso del profesor Jaime Jaramillo Uribe, este trasegar a través de lugares en el espacio y el tiempo, a partir de su formación e intereses académicos, lo llevaron por universidades, archivos, hemerotecas y museos, entre muchas otras instituciones. Al observarlos en su conjunto y contrastarlos con otros documentos de su archivo, permite trazar y verificar claramente los linderos en el río del tiempo. Son las señales que guían la cronología de su vida. Este grupo lo hemos dividido en dos partes a saber: años de formación y documentos de identidad. El primer grupo, como lo indica su nombre, presenta los ciclos a través de las instituciones en donde transcurrió su formación. El segundo grupo, más común pero igualmente importante, lo conforman los documentos que acreditaban la ciudadanía de colombiano, la inscripción al ejército, el pasaporte y la licencia de conducción en Alemania.

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Tarjetas postales

Entre los diversos documentos que hacen parte de este fondo, existe uno que, por su número, variedad y antigüedad, llama la atención, se trata de las postales. Con un aproximado de mil ejemplares en el fondo documental, fueron enviadas al profesor, su esposa e hijo a través del correo de parte de familiares y amigos. Así mismo se encuentran álbumes que fueron heredados a la familia, y que datan de comienzos del siglo XX.

Las tarjetas postales, como bien lo expresara María López Hurtado en su artículo La tarjeta postal como documento. Propuesta de un sistema de análisis documental tienen su valor documental “desde el mismo momento en que ofrece un mensaje cuyo contenido cobra mayor interés por el soporte ilustrado en que se expresa”. Dichas representaciones hacen acopio de todo tipo de lugares, monumentos, paisajes, arte, personas, situaciones, fauna, flora, en fin, de todo aquello que un medio o técnica de expresión gráfica pueda representar.

Sus orígenes

Se remontan a mediados del siglo XIX (1865) cuando el empleado de correo Henrich Von Stephan planteó la utilización de hojas postales en forma de talonario “como medio de comunicación no reservada”. Su uso se extendió rápidamente a través de los sistemas de correo de casi todo el mundo, al punto que su utilización también motivó su coleccionismo por medio de sociedades de “cartofilía” o “deltiología” para su estudio.

Su organización

La colección de tarjetas postales del fondo “Jaime Jaramillo Uribe” hace parte de la serie “comunicaciones”. Las postales se encuentran debidamente almacenadas y su inventario es parcial, ya que se requiere una investigación más a fondo para establecer con precisión su temporalidad, la procedencia, el remitente y el mensaje. Las anteriores características hacen que estos documentos tengan un sentido histórico, no solo por lo que ilustran, sino también por el mensaje que transmiten y la suerte de cercanía que, en la mayoría de los casos, se estableció entre el remitente y el destinatario. Al haber sido conservadas de manera sistemática y en tan apreciable volumen, queda claro para los interesados en la vida y obra de estos personajes que encontrarán una fuente de utilidad.

Cuando consultamos estos documentos, nos encontramos con un maestro, un amigo o un simple conocido que fue recordado, admirado y entrañable. Como los documentos de identidad, las postales se conservan con cuidado en los archivos personales. Estas llegan hasta nosotros para trazar y recrear el universo de los afectos y las emociones de sus remitentes y destinatarios. Estampillas, sellos, firmas y sus desenfadadas caligrafías recrean el universo perdurable y efímero de las vidas que se cruzaron en estas pequeñas cartulinas impresas provenientes del amplio mundo.

Celedonio JJU
 
 
 
 
 
 
 
Celedonio JJU