Escudo de la República de Colombia

¿Quién era ella?


Yolanda Mora nació en el año de 1921 el 13 de junio en Bochalema (un pueblo entre Cúcuta y Pamplona), en Norte de Santander, y falleció en el 2005. De familia liberal acomodada y propietaria rural. Huérfana de padre y madre, desde muy temprana edad. Sus primeros años de infancia los pasó en un internado en la ciudad de Pamplona. A los trece años se trasladó a la ciudad de Bogotá para continuar sus estudios en el Instituto Pedagógico Nacional. En 1940 (a los 19 años), comenzó su carrera profesional de maestra en ciencias sociales y económicas en la Escuela Normal Superior, allí conoció a Jaime Jaramillo. Su formación docente la llevó a ser maestra en Cali, luego viajó a Nueva York donde permaneció dos años realizando estudios de esteticista. De regreso a Colombia, trabajó en Bogotá como secretaría de una compañía petrolera norteamericana. Sus inquietudes intelectuales y académicas la llevaron a relacionarse con los principales pintores de la vanguardia en el país durante estos años. En 1952 contrajo matrimonio con Jaime Jaramillo Uribe, luego de un noviazgo interrumpido por los estudios que éste iniciaría en 1947, debido al otorgamiento de una beca por el gobierno francés para estudiar ciencias sociales.

Recurriendo nuevamente al recuerdo de su hija Rosario Jaramillo, Yolanda Mora hizo parte de un grupo de mujeres pioneras en el estudio y la enseñanza de las ciencias sociales al graduarse como una de las primeras etnólogas del país del Instituto Colombiano de Antropología. Sus inquietudes e intereses académicos la llevaron a ser una distinguida especialista en las artes populares y la cultura de la alimentación; saberes que combinó con sus otras dos pasiones, el esteticismo y la moda. Esta combinación de inquietudes académicas y estéticas dejaron una importante huella en sus hijos. Como lo expresara su hija, Rosario Jaramillo, Yolanda Mora fue una fuente de inspiración, tanto para ella, como para su hermano Lorenzo Jaramillo.

Y es a partir de esta referencia y reconocimiento por parte de su hija que queremos llamar la atención sobre uno de los elementos más ricos y elaborados del archivo de Yolanda Mora; nos referimos a los diarios que esta mujer excepcional elaboró en cuadernos, para consignar con especial sensibilidad y agudeza de etnóloga, sus vivencias en los viajes que realizó con su familia a distintas partes de mundo, especialmente a Europa; estos viajes fueron en distintas ocasiones largas estadías por motivos académicos con su inseparable compañero, el profesor Jaime Jaramillo.


Cuadernos de Viaje

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Cuando estamos en contacto con este universo de manuscritos, tenemos la oportunidad de ser testigos de un ejercicio de observación de los entornos y las experiencias vividas. Ya fueran estas visitas a museo, cenas en restaurantes, exposiciones, viajes en transporte público, caminatas, o un cálido encuentro con amigos y conocidos. Estos documentos dejan ver la sensibilidad y la agudeza para observar y registrar las impresiones de sus vivencias a través de los sentidos que ofrecieron las experiencias gastronómicas, el contacto con el arte en todas sus manifestaciones; los lugares históricos, o el recorrido vital y cotidiano de quien se deja sorprender al transitar por los espacios de las grandes y pequeñas ciudades y demás parajes que recorrió en compañía de su esposo e hijos.

Dicho ejercicio etnológico, como buena antropóloga que era, deja ver entre sus páginas, una narración acompañada de pequeñas huellas documentales de lo vivido. Es así como se fueron añadiendo en estos cuadernos manuscritos, “testigos documentales” de todo tipo sobre aquellas experiencias, que ancladas en la memoria, cumplieron la función de evocar a través de croquis, tarjetas, postales, etiquetas (vinos y comestibles), volantes, catálogos de exposición, tiquetes, envolturas (en su mayoría dulces), guías turísticas, mapas de sistemas de transportes, separadores, portavasos, menús, tarjetas de invitación y presentación, plegables y hasta facturas de lo gastado.

Yolimar

Otro ejemplo documental que queremos compartir, además de los anteriores testimonios consignados en los cuadernos de viaje, tiene que ver con sus relaciones amistosas. En el transcurso de su vida, Yolanda Mora gozó del aprecio y admiración de múltiples personajes de la vida cultural de nuestro país. Entre los más sentidos encontramos al poeta Eduardo Carranza, quien le dedicaría poemas, como el publicado en el periódoco la Prensa Nacional titulado “Yolimar” y cuyo original, de puño y letra del escritor, compartimos en esta breve semblanza.

Estos documentos hacen parte de un conjunto más amplio. Son el testimonio de los intereses académicos, los recuerdos familiares, los logros profesionales y la exquisita sensibilidad y compromiso frente a temas tan vitales para las personas y la sociedad como lo son la alimentación y las artesanías.

Celedonio JJU
 
Celedonio JJU